La fibra prebiótica es una sustancia natural en los alimentos de origen vegetal que ayuda a mantener a los individuos saciados. Este tipo de fibra se clasifica como soluble o viscosa, que está disponible en ciertas frutas y verduras, como plátanos, espárragos y cebollas. Los prebióticos se consideran una forma importante de controlar los niveles de insulina y el peso general. Algunas personas pueden requerir un suplemento si no obtienen suficiente fibra prebiótica de los alimentos que comen.
La fibra es una sustancia que se encuentra únicamente en alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras y granos. Aunque la fibra prebiótica en sí no es digerible, funciona en el cuerpo al agregarle volumen y nutrientes. Los prebióticos también complementan los probióticos, que son microorganismos que se cree que ayudan a mantener la regularidad digestiva.
La fibra insoluble es menos fermentable y tiene un efecto prevalente sobre la mecánica intestinal. Las fibras de carácter soluble incrementan el bolo fecal, pero tienen efectos fundamentales y específicos sobre la pared del colon y diversos órganos de la economía.
La propiedad fundamental de la fibra insoluble es su gran capacidad hidrofílica y el aumento del bolo fecal. En este sentido, la cantidad de la ingesta es muy importante.
La fibra soluble, como prebiótico, sostiene la microflora del colon. Y como la flora retiene agua, las actividades de las fibras solubles e insolubles a veces se solapan en un intercambio de influencias sinérgicas.