La vitamina C, conocida también como ácido ascórbico, es un tipo de vitamina hidrosoluble que actúa en el organismo como antioxidante y participa en diversos procesos metabólicos, como favorecer la producción de colágeno o permitir la absorción de hierro a nivel intestinal, por ejemplo. Esta vitamina puede obtenerse a través de fuentes alimentarias, que incluye frutas, vegetales y hortalizas, como las fresas, naranjas, brócoli, limón, kiwi o pimentón
La vitamina C tiene numerosas propiedades y contribuye a multitud de procesos:
- Funcionamiento normal del sistema inmunitario durante el ejercicio físico intenso y después de este.
- Formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los vasos sanguíneos, de los huesos, de los cartílagos, de las encías, de la piel y de los dientes.
- Metabolismo energético normal.
- Funcionamiento normal del sistema nervioso.
- Función psicológica normal.
- Funcionamiento normal del sistema inmunitario.
- Protección de las células frente al daño oxidativo.
- Disminución del cansancio y la fatiga.
- Regeneración de la forma reducida de la vitamina E.
- Mejora de la absorción del hierro.