La vitamina C, también conocida como vitamina antiescorbútica o ácido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble imprescindible para el desarrollo y crecimiento. También ayuda a la reparación de tejidos de cualquier parte del cuerpo, formando colágeno (el tejido cicatricial) en el caso de las heridas o subsanando el deterioro en huesos o dientes. La vitamina C también podría ayudar a curar resfriados comunes. También funciona como antioxidante, contribuyendo a prevenir el daño de los radicales libres. Estos radicales libres son moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone alimentos o frente a la exposición del humo del tabaco y la radiación. Son los causantes del envejecimiento, y pueden ser factores que propicien enfermedades como el cáncer, la cardiopatía o la artritis.
La vitamina C también se puede encontrar en varios suplementos vitamínicos, entre ellos, los multivitamínicos, aunque también se suele encontrar de manera individual. La cantidad diaria recomendada de vitamina C varía según la edad y sexo:
Hasta los 6 meses: 40 mg.
De 7 a 12 meses: 50 mg.
De 1 a 3 años: 15 mg.
De 4 a 8 años: 25 mg.
De 9 a 13 años: 45 mg.
Hombres de 14 a 18 años: 75 mg.
Mujeres de 14 a 18 años: 65 mg.
Hombres mayores de 18 años: 90 mg.
Mujeres mayores de 18 años: 75 mg.