Horbaach Echinacea And Goldenseal - 300 Cápsulas Vegetarianas

El sello de oro y la equinácea son hierba cuyas raíces, flores y tallos se utilizan comúnmente en la medicina herbal. Ambas hierbas tienen una variedad de beneficios.

El sello de oro es una planta con una rizoma de color amarillo brillante oriunda tanto de Canadá como del este de Estados Unidos. Sobre su contenido vitamínico, destaca sobre todo por su riqueza en vitamina A, vitamina C, vitamina E y vitaminas del grupo B; mientras que también aporta minerales, entre los que podemos mencionar la presencia de hierro, manganeso y calcio.También aporta alcaloides (como la hidrastina, berberina, canadina y hidrastina), que le confieren a esta planta sus cualidades como bactericida y antibiótico.

La infusión de sello de oro es muy interesante como bebida natural digestiva, especialmente útil y adecuada en caso de digestiones difíciles o pesadas. También es útil en caso de determinadas enfermedades digestivas y otras afecciones que afecten al sistema digestivo, como por ejemplo pueden ser: colitis, dispepsia, gastritis y úlceras pépticas.

En la medicina herbal, la equinácea se utiliza para el tratamiento del frío, de la prevención de las infecciones por hongos y como una cura para las infecciones del tracto urinario, la migraña y el Síndrome de Fatiga Crónica. Usos posibles para incluir el sello de oro de la infección urinaria, hemorroides, dolor de estómago, úlceras gastrointestinales y la colitis. La Equinácea reduce la inflamación y destruye las células que causan las infecciones por hongos.

La equinácea también se considera una de las más eficaces para infecciones como la faringitis estreptocócica, las heridas infectadas, las infecciones del tracto urinario, la bronquitis y, por supuesto, suele ser la hierba de elección para los resfriados y la gripe.

La ciencia moderna ha demostrado que tiene fuertes propiedades de activación de la «inmunidad de superficie». En otras palabras, es muy buena para estimular los «fagocitos», o células inmunitarias que nos protegen de las infecciones por virus y bacterias, engulléndolos y reciclándolos. A esta parte de nuestro sistema inmunitario la he llamado «sistema inmunitario de superficie» o «escudo protector».