La vitamina C ayuda a neutralizar los radicales libres y ayuda a que el hierro se absorba en el cuerpo. La vitamina C (ácido ascórbico) es un nutriente que el cuerpo necesita para formar vasos sanguíneos, cartílagos, músculos y colágeno en los huesos. La vitamina C también es vital para el proceso de curación del cuerpo.
La vitamina C es un antioxidante que protege las células contra los efectos de los radicales libres, las moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone los alimentos o se expone al humo del tabaco y la radiación del sol, rayos X u otras fuentes. Los radicales libres pueden desempeñar un papel en las enfermedades cardíacas, el cáncer y otras enfermedades. La vitamina C también ayuda al cuerpo a absorber y almacenar el hierro.
Debido a que el cuerpo no produce vitamina C, necesita obtenerla de la dieta. La vitamina C se encuentra en las frutas cítricas, las bayas, las papas, los tomates, los pimientos, el repollo, las coles de Bruselas, el brócoli y las espinacas. La vitamina C también está disponible como suplemento oral, generalmente en forma de cápsulas y tabletas masticables.
La mayoría de las personas obtiene suficiente vitamina C con una dieta saludable. La deficiencia de vitamina C es más probable en personas que:
Fuman o están expuestas al tabaquismo pasivo
Tienen ciertas afecciones gastrointestinales o ciertos tipos de cáncer
Tienen una dieta limitada que no incluye frutas y verduras regularmente