La D-Manosa es un azúcar simple, un monosacárido, relacionada estructuralmente con la glucosa o la fructosa. Una vez absorbida, cuando pasa del intestino al flujo sanguíneo, no se transforma en glucógeno y por tanto no se acumula en el hígado u otros órganos. Este azúcar se elimina por los riñones alcanzando concentraciones elevadas en las vías urinarias, lo que explica sus efectos antiadhesivos sobre las bacterias presentes. Se produce de manera natural, en cantidades relativamente pequeñas, en alimentos como melocotones, manzanas, naranjas y bayas de arándanos rojo. La D-Manosa es hasta 50 veces más efectiva que los arándanos, no es tóxica y no tiene efectos secundarios.
La D-Manosa tiene otra importante función, es un componente de la mucosa vesical por lo que reconstruye el estrato protector (estrato de GAG) donde se haya destruido por las múltiples inflamaciones, haciendo a la vejiga más sensible a la acción agresiva de sustancias ácidas, irritantes, bacterias y a microtraumas mecánicos, como los provocados por las relaciones sexuales (Cistitis de la luna de miel). Esto es, probablemente, por lo que las personas afectadas de cistitis no bactérica y cistitis intersticial (que no presentan bacteiuria) consiguen beneficios con la administración de D-Manosa.
La D-manosa es un azúcar simple natural que su cuerpo utiliza para ayudar a limpiar el tracto urinario y mantener un revestimiento de la vejiga saludable.
LIMPIA LA VEJIGA: Se metaboliza solo en pequeñas cantidades, con cantidades excesivas que se excretan rápidamente en la orina, por lo que no interferirá con la regulación saludable del azúcar en la sangre.
TRACTO URINARIO SALUDABLE: Los estudios clínicos han demostrado que, cuando se toma regularmente, la D-manosa promueve la función normal del tracto urinario al limpiar y mantener la salud del revestimiento de la vejiga.