Disfruta®de tu café, té o batido con esta crema cremosa sin lácteos, hecha con un equilibrio de colágeno marino capturado en la naturaleza y polvo MCT (triglicéridos de cadena media).Los péptidos de colágeno marino de Sproos son altamente solubles y de fácil absorción, lo que ayuda a restaurar y reconstruir el colágeno del cuerpo, proporcionando apoyo a la piel, el cabello, las uñas, la digestión y las articulaciones. Nuestro polvo MCT está hecho del aceite de coco de cocos jóvenes y es una fuente de grasas saludables y digeribles. El aceite MCT apoya el funcionamiento metabólico y cognitivo, lo que le ayuda a pensar con mayor claridad y apoyar un peso saludable, por lo que es una excelente adición a una dieta saludable.
El colágeno es una proteína esencial que forma parte de la estructura de nuestros huesos y los tejidos de la piel. Con el correr de los años, la producción del mismo disminuye, lo que tiene como efecto la aparición de arrugas y flacidez. Las cremas con colágeno entre sus ingredientes principales, son las mejores aliadas para ayudar a mantener la piel tersa y firme.
Esta proteína le aporta a tu piel tres propiedades y beneficios básicos: estructura, firmeza y elasticidad. Estas tres características, son las principales responsables de que tu rostro mantenga un aspecto juvenil.
Con la edad, la aparición de arrugas, líneas de expresión y manchas es algo inexorable. Y se transforma en una de las mayores preocupaciones de las mujeres. Mantener la piel del rostro joven y firme, intentando retrasar al máximo los efectos producidos por la edad.
En este caso el aceite MCT, un suplemento que normalmente se toma por la mañana y que entre los beneficios que se supone reporta, están la ayuda a bajar de peso, una mejora en la capacidad cognoscitiva y una mejora en tus niveles de energía, es decir, que promete convertirte en un as mental, y además, ayudarte a adelgazar.
La recomendación general es que comiences a tener una rutina de cuidado acorde a tu edad a partir de los 25, para prevenir el máximo los efectos del envejecimiento prematuro. Aunque la piel comienza a perder elasticidad a partir de los 30 años.
A partir de los 50 años, podés comenzar a notar:
- Aumento en la flacidez y pérdida de elasticidad de la piel.
- Aparición de arrugas y líneas de expresión.
- Piel más delgada y deshidratada.